Por Isaac Guerra
En el boxeo hay linajes que se escriben con puños, honor y vocación. Uno de ellos, sin duda, es el de la familia Camacho, orgullo de Monterrey, Nuevo León, y hoy más vigente que nunca gracias a una nueva generación que lleva el legado más allá de las cuerdas.
Hija del legendario Javier Camacho Treviño, juez internacional del Consejo Mundial de Boxeo con más de 50 años entregados al pugilismo, Blanca Camacho decidió seguir los pasos de su padre, y lo ha hecho con firmeza, conocimiento y pasión. Don Javier fue campeón de los Guantes de Oro en las épocas doradas del boxeo mexicano y más tarde reconocido como Novato del Año en su etapa como boxeador profesional.
Ahora, Blanca escribe su propio capítulo: se ha convertido en juez internacional del mismo organismo verde y oro al que su padre ha sido fiel toda su carrera.
Su debut internacional fue el 25 de noviembre de 2024, en una cartelera encabezada por la legendaria Mariana “La Barbie” Juárez, quien disputó el campeonato Plata de peso gallo del CMB ante la colombiana Paola Rincón. Aquella noche, Blanca mostró temple, preparación y un respeto profundo por el deporte que ha formado a su familia durante décadas.
PERO, LA HISTORIA APENAS COMIENZA
El próximo 26 de julio, Blanca Camacho volverá al plano internacional al ser designada como juez en una función de alto calibre en el Auditorio Benito Juárez de Veracruz, donde se disputarán dos campeonatos mundiales, incluido uno en la división átomo, protagonizado por una peleadora veracruzana y una rival tailandesa. Y en un hecho emotivo y simbólico, en esa misma pelea compartirá funciones con su padre, Don Javier Camacho, quien también ha sido designado como juez internacional del CMB para esa noche.
Padre e hija, codo a codo, cumpliendo con la justicia del boxeo en un mismo evento mundialista. Un momento histórico para la familia Camacho y para el pugilismo mexicano.
Pero la dinastía Camacho no se detiene ahí. Además de Blanca, Don Javier es padre de un ex boxeador amateur olímpico que representó a México en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, así como de Javier Camacho Pérez, quien tuvo una carrera profesional arriba del ring. Y por si fuera poco, otro de sus hijos, Alejandro Camacho Pérez, también se desempeña como juez internacional del Consejo Mundial de Boxeo, consolidando así una de las familias más completas en la historia del boxeo mexicano: boxeadores, olímpicos y jueces de élite, todos con el mismo apellido.
Hoy, Blanca Camacho ya es la primera juez internacional del CMB nacida en Monterrey, Nuevo León, y su trabajo está marcando un camino propio con profesionalismo, entrega y visión clara. Pero lo más valioso es ver cómo el legado familiar no solo se conserva, se expande y se fortalece con cada nueva generación.
El apellido Camacho sigue siendo sinónimo de respeto, conocimiento y compromiso con el boxeo, tanto dentro del cuadrilátero como desde la silla del juez.
Porque cuando el boxeo se lleva en la sangre… la historia se escribe en familia.
