Por Isaac Guerra
Monterrey, N.L. — En el gimnasio Locos por el Box, la pasión y el compromiso con el deporte de los puños siguen marcando el rumbo. El joven entrenador y mánager Arath Flores renovó contrato de exclusividad con el boxeador Dilan Ríos, de 21 años, originario de Monterrey, quien forma parte de una nueva generación que busca trascender más allá de las fronteras.
Con esta renovación, Arath reafirma su apuesta por el talento local y su visión de preparar peleadores con mentalidad y nivel internacional. Desde su gimnasio, ubicado en Mariano Escobedo 1048, entre Madero y Reforma, ha consolidado un espacio donde la disciplina, la pasión y la “locura por el box” se combinan para formar campeones.
Durante su proceso de crecimiento profesional, Arath ha tenido la oportunidad de aprender y capacitarse en el gimnasio del reconocido José Benavides, entrenador de prestigio internacional y padre del campeón mundial David Benavidez. El maestro Benavides lo ha recibido con gran calidez, compartiendo con generosidad sus conocimientos y experiencia acumulada durante décadas en el boxeo de alto nivel. Esa enseñanza, señala Arath, ha sido fundamental para fortalecer su metodología de trabajo y aplicarla con sus propios peleadores, tal como lo ha hecho desde el debut profesional de Dilan Albero.
Con visión y actitud positiva, el entrenador regiomontano busca trasladar esas experiencias al desarrollo de sus pupilos, con la intención de llevar boxeadores formados en su gimnasio —como Dilan Albero— a escenarios internacionales cuando se presenten las oportunidades, fortaleciendo así el semillero de talentos regios.
Detrás de Arath está una sólida estructura familiar que comparte su misma pasión: su padre Efrén Flores y su hermano Brandon Flores integran el equipo Locos por el Box, respaldando cada paso de este proyecto que no deja de crecer.
“Aquí trabajamos con el corazón. Queremos que nuestros muchachos sepan que no hay límites, que con esfuerzo y constancia se puede llegar a lo más alto”, expresó Arath tras la firma de renovación.
Con visión, disciplina y una pasión desbordada por el pugilismo, el gimnasio Locos por el Box reafirma que su locura no tiene límites… porque en cada golpe se forja un sueño.
